* La guía perfecta para no entender la vida de un expatriado, pero pueden intentarlo...

martes, 13 de noviembre de 2012

Party Nº5

One, two three, four, five, everybody in the car, so come on let's ride...

A esto pónganle música (que no sea de rap) y bailen.... y si no les viene ninguna melodía a la cabeza, no se preocupen, les ayudo un poco más... Mambo number five!!

Pues sí, mi cabeza, en contra de lo que yo le digo, lleva un par de días tarareando esta veraniega canción, y no es porque aquí vayamos en sandalias, que no, sino porque el próximo sábado llega la gran fiesta de este pueblecillo de Alemania (del Este). Y digo bien, la gran fiesta, la famosa Party Nº5, que año tras año se celebra en el hotel más lujoso del lugar, y donde mis conciudadanos sacan a relucir sus mejoras galas, para alborozo de algunos y estupefacción de otros, uno 'selbst' incluido.

Thüringen Hof Hotel
Cierto es que el concepto 'mejores galas' es muy amplio y variable en función del lugar de procedencia y las gafas de sol con las que se mire, pero en general esta fiesta no se caracteriza, digamos, por ser el paraíso de la elegancia. Es una fiesta donde, previo pago de una nada módica cantidad, la segunda y tercera edad del pueblo llano, pueden bailar, al son de los mejores DJs de Alemania (si es que existen), trompetistas de jazz y orquestas veraniegas (estación aquí prácticamente inexistente), codo con codo con la 'high society' del lugar.  Y créanme, por el tamaño de las villas avistadas, debe haber gente muy 'high'.

El hotel donde se celebra tan magno evento es básicamente el mismo al que acudimos la comunidad 'españolita' jueves sí y jueves también, después de nuestro exquisito 83+/-5, a tomarnos unos cuantos 'Erdbeeren mojitos'. El concepto 'unos cuantos', en este caso, es inversamente proporcional a la negatividad acumulada a lo largo de la semana, pero al mismo tiempo, y de manera acumulativa, directa y muy exponencialmente proporcional a la positividad que también se haya podido acumular. El flujo de energías en este lugar es muy voluble.

Como complemento ideal de picoteo, cacahuetes de wasabi, al principio repudiados por todo el mundo, y al final engullidos con ansiedad.

Volviendo a la Party Nº5, que me enrollo como las persianas, ésas que tampoco existen en Alemania (del Este), les contaré que el año pasado la fiesta fue un rotundo éxito. Entiéndase por éxito, pasar una noche muy divertida (Ende). Uno estaba recién llegado y haciendo uso de su, por entonces anonimato, pudo disfrutar de una noche realmente desinhibida, en complicidad con mis queridos 'Königen von Oben'.

Tanto fue así, que cuando el guitarrista de la orquesta veraniega, ante mi inconfundible look de 'españolito', me preguntó si conocía la canción "Gloria" de Umberto Tozzi (italiano, que no español), me lancé impulsivamente al escenario, sin dudarlo ni un 'Sekunde', ante el numeroso  y sorprendentemente entregado público. La cara de sorpresa de mis queridos 'Königen von Oben' era todo un poema.

Ya no había vuelta atrás, ahí estaba yo, encima del escenario, delante de cientos de personas alborotadas, y apunto de interpretar una canción de la época de mis padres! ¿Dónde estaba el monitor con la letra? Joer, que no estaba en un Karaoke, que aquello era una orquesta veraniega en directo! ¿San Mojito, por qué me haces esto?! La música comenzó, agarré el micrófono como si me hubiera dedicado toda la vida a ello, sólo me faltó lanzarlo en plan Chenoa, y empecé a repetir una y otra vez una única frase, eso sí, muy bien entonada y con mucho acompañamiento corporal.

Háganme un favor, e intenten de nuevo ponerle melodía a la siguiente frase:

"Gloria, (Gloria), cantas en el aire, (Gloria), cantas en el cielo, (Gloria), preso de tus besos, (Gloria), aventura indiferente, de tus 'mmmm' y de tus besos, del jardín de mi presente, te quiero Gloria".

Como seguro que hay melómanos entre mis queridos lectores surrealistas, transcribo a continuación la canción original:

"Gloria, faltas en el aire, faltas en el cielo, quémame en tu fuego, fúndeme en la nieve, que congela mi pecho, te espero Gloria,... aventura de mi mente, de mi mesa y de mi lecho, del jardín de mi presente, te espero Gloria"

Ya ven, una frase y me la inventé.

Reconozco que el público se volcó conmigo, o con ellos mismos, durante la actuación y repitieron incansablemente el nombre de la susodicha. Por suerte, la gloriosa, y nunca mejor dicho, actuación musical recién confesada, no marcó la vida de nadie y todo volvió a su curso normal, pero este año he decido de antemano controlar más mis impulsos 'karaoke-ísticos'. Veremos sin San Mojito me lo permite.

Ahora entienden la desinhibición de la que les hablaba, oder? 

Cuando nos cansemos de orquesta veraniega, cambiaremos de focos y nos mudaremos a otra de las salas, donde un DJ cotizadísimo estará deleitando al tendido. Adelanto que, bajo mi inexacto y dáltonio punto de vista, los DJs en Alemania (del Este) son lo peor!, tienen mucho potencial de mejora.

Ponen una música que a ellos 'selbst' les hace entrar en una especie de estado de levitación, ése que les gustaría a mis 'Unteremieter' que yo tuviera, y que mantiene al tendido en una especie de balanceo lateral, con sacudidas esporádicas de brazos. La música es insufrible y lo peor es que cuando vas a pedir alguna canción, te miran con cara de entre, estoy ocupado no me molestes, y ay! pobrecito, que poca idea tiene de música...(pues me conozco la canción de "Gloria" al pie de la letra!). En este caso, no pierdo tiempo en analizar este comportamiento tan DJ-teutón, pero por Rosarillo!, un poquito de marcha, marcha, queremos marcha, marcha...

Ya ven que la Party Nº5 da mucho de sí. Lo bueno de narrarles estas batallitas, es que mi cerebro por fin ha dejado de tararear la canción, innombrable, con la que empezaba a escribir este 'post'. Aunque mejor no les confieso la que tengo ahora en la cabeza... En cualquier caso, recuerden que cantar mejora la circulación, el sistema inmune y el ánimo! Esta afirmación tan espontánea no sé muy de dónde me la he sacado.

En fin, que este sábado tiraremos de nuevo la 'villa' por la ventana. Como previo, y para mantener la tradición (de un año), haremos un botellón en mi tercio de 'villa' con toda la comuna vecinal, que ya ustedes conocen, y este año, también con mis queridos 'españolitos' residentes. Y para fomentar lo patrio, brindaremos, por supuesto, con burbujitas de Navidad independentistas.

Mi deseo, que todo vuelva pronto al cauce normal de prosperidad en mi añorado país de procedencia y por qué no? en el de tantos otros países del mundo, cuyos representantes nos hemos juntado aquí en este corazón económico/financiero de Europa...

Por todos ustedes, queridos lectores surrealistas!

Prost!!


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