* La guía perfecta para no entender la vida de un expatriado, pero pueden intentarlo...

lunes, 5 de noviembre de 2012

Polska

Dzień dobry (buenos días en polaco),

Ni me han robado el coche, ni me han asaltado en las gasolineras!y eso que he tenido que parar unas cuantas veces para que mi tractor bebiera su líquido hidrocarburado favorito. Los no muy sabios (prefiero el refranero popular español) y estereotipados consejos recibidos por parte de algún que otro habitante de este pueblo de Alemania (del Este), no me han resultado muy útiles.

He pasado un divertido puente de todos los Santos (esos que os confesaba en mi anterior entrada) en el sur de Polonia, en concreto entre Cracovia, que tiene un centro histórico medieval precioso, declarado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, y Wroclaw o Breslavia, con un pasado totalmente germano, y con un centro bonito, pero sin haber llamado la atención de los honorables miembros de la mencionada organización. Yo de mayor quiero ser, recuerden que acabo de cumplir sólo 36 años, o miembro jurado de la UNESCO, o repartidor de estrellas Michelín, aunque en este último caso, el efecto del vino podría fomentar la arbitrariedad de mi reparto.


Cracovia: Basílica de Santa María

Total, que el sábado por la tarde mientras paseábamos por el centro de Breslavia, vimos el rodaje de una película de Navidad y claro, ahí que tuvimos que aparecer como actores secundarios. Nuestro papel en la película fue simple, pero decisivo, y consistió en saludar de manera vehemente, mientras pasábamos, como se podrán imaginar de manera muy casual, justo por delante del lugar de rodaje. Hay que reconocer que el trabajo de director de cine no debe resultar nada fácil, con tanto actor principal y secundario junto, cámaras, focos, grúas, ayudantes, nieve artificial que no cae donde debería de caer etc... 
En fin, reflexiones que le vienen a uno a la cabeza cuando hace frío.


Breslavia (Wroclaw): Set de rodaje

Adicionalmente, este viaje, y el frío, también me han hecho reflexionar sobre las relaciones entre Alemania y Polonia, en la actualidad oficialmente muy correctas, pero, bajo mi inexacto y recordemos que daltónico punto de vista, con un cierto poso de superioridad de los primeros hacia los segundos, el cual me hace rememorar lo sucedido entre 1939 y 1945. 

Recordemos que la Segunda Guerra Mundial se originó cuando la Alemania nazi de Hitler, en su pretensión por crear un imperio alemán en Europa, decidió el 1 Septiembre de 1939 invadir Polonia. Ante esta agresión, Francia y Reino Unido declararon oficialmente la guerra a Alemania; el resto de países, en función de sus intereses y alianzas, se fue posicionando y así, perdón por la sencillez del resumen, se fraguó el mayor desastre de la historia de la humanidad. Prueba de ello se puede ver, todavía hoy en día, en el campo de concentración de Auschwitz, donde todo sigue en pie, como el escenario de una auténtica película de terror. El recuerdo es doloroso, pero me imagino que muy necesario.

Cambiando de tercio, como Manolete, esta coletilla no sé a qué viene, porque soy antitaurino, pero bueno, debo decir que una de las alegrías del viaje, no entrando a analizar el porqué,  ha sido el comprobar que uno no está solo, y que hay mucho 'españolito' perdido por el mundo.  Como dirían los cantores de Hispalis, Sevilla tiene un color especial; pues yo digo que los 'españolitos' perdidos por el mundo también. Risas y buenos vinos han completado un fin de semana de 'blog', nunca mejor dicho.

De regreso a casa, pasas por Dresden, ciudad totalmente reconstruida al término de la Segunda Guerra mundial, pero con un encanto muy especial. Ya estamos en Alemania (del Este) ! Las primeras pistas, por si alguien se ha perdido el cartel de bienvenido a la 'Bundesrepublik Deutschland', son inmediatas, porque por muy rápido que conduzcas, siempre habrá alguien que conduzca más rápido que tu, y porque, alegría!, no hay que pagar la autopista. ¿Hasta cuándo durará este regalo de Alemania al resto del mundo?

Finalmente, y en contra de las estereotipadas y fallidas predicciones recibidas, mi tractor, sus cuatro ruedas y yo hemos regresado a mi querido pueblo de Alemania (del Este). La 'villa' estaba vacía, previsible. Por un lado, no olviden la teoría del calor de las aves migratorias y por otro, ustedes, queridos lectores surrealistas, ya saben de la no-relación con mis vecinos de abajo ('die Untermieter').

Nunca olvidaré mi primera conversación con los 'Untermieter', que transcurrió entre talones, huesos, pies, parquet y.... zapatillas de casa (Hausschuhen)!, que precisamente fue la palabra clave que, después de cinco minutos sin tener muy claro sobre qué estábamos hablando, me hizo entender que me estaban pidiendo que levitara por mi casa, para no molestarles con el ruido de mis pasos. Yo también estaba encantado de conocerles. 

Mis queridas aves migratorias, 'die Königen von Oben", 'die kleine Ratte' y los 'abuelillos entrañables' me acaban de skypear desde Gran Canaria, con la mejor de sus sonrisas y con el típico, aunque un tanto excesivo, bronceado de Noviembre. Pese a mi envidia contenida, la alegría ha sido manifiesta. 

La semana ha comenzado bien, y seguro que las no-rutinas surrealistas irán sucediéndose atropelladamente, como si les faltara tiempo....  Tiempo el que me ha faltado a mi hace un rato, para volar, que no levitar, hacia el horno, al percibir el olor a quemado de mis, recién llegados de España, pimientos de padrón. Hoy cenaré ensalada. 

Como diría mi querida compañera de peregrinación de uno de nuestros Santos más venerados:  

Gracias Octubre, Noviembre sorpréndeme!

A pasar buena semana...


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