* La guía perfecta para no entender la vida de un expatriado, pero pueden intentarlo...

sábado, 18 de mayo de 2013

El ciclo-turismo

Les dejaba hace un par de semanas a las puertas de un puente teutón, y es que mis queridos alemanes iban a celebrar el llamado 'Himmelfahrt', algo sí como una 'Autopista hacia el cielo', con las connotaciones religiosas que ustedes se pueden imaginar... El mismo día lo utilizan también para celebrar el 'Männertag', o día del padre, en el cual todos los hombres se juntan y hacen su particular ofrenda de cervezas al bosque; ustedes ya saben...

¿La relación entre una tradición y la otra? pues sinceramente, ni repajolera idea.

Total, que gracias a Jesucristo, que según cuentan por ahí se mudó con su padre celestial a los cuarenta días de resucitar, por estos lares disfrutamos de cuatro días de 'Wochenende' terrenal; gracias Padre de Jesucristo por pagarle la mudanza. ¿Ven? ya hemos encontrado la relación entre las dos tradiciones...

La cuestión es que a este españolito le vinieron los cuatro días como anillo al dedo, y eso que uno no usa joya o 'bisuta' alguna. Bueno sí, dos pulseras de material noble hechas a mano por mis sobrinas terremotos. Ambas pulseras me ayudan en los momentos más inesperados de mi vida a devolverme a la realidad y a recordarme de dónde vengo. El a dónde voy ya es otra historia; a ver si le paso un trapo a Lola...

Vamos, que me fui de puente.

Y quién me lo iba a decir a mi, pero por azares del destino mi bicicleta iba a ser rescatada de su reclusión en el 'Keller'. ¡Ay! si mi super-querido-ciclista hermano hubiera visto el momento...

¡Aaa leluya, aaa leluya, aleluya, aleluya, aleee... luya!

El reencuentro con mi bicicleta fue muy emocionante, así que en pleno cenit emocional decidí obsequiarle con una tarde completa de Spa, baño de burbujas y masaje incluido por toda la columna vertebral, brazos, piernas, cadena, pedales, platos, piñones.... Salió del Spa nueva. Y es que aunque la bici ya tiene su historia, aun está de muy buen ver, como las mozas del pueblo (perdón por este desliz imaginativo impropio de mi).

¡Guapa! aunque algo ruidosa también...

La verdad es que uno desconocía totalmente el ciclo-turismo, no como teoría, pero sí como práctica, pero gracias a otros españolitos residentes en mi querido pueblecillo de Alemania... del Este, me decidí a hacer una etapa con ellos: carretera, o mejor dicho, camino y manta, o dícese del hecho de pedalear con tranquilidad disfrutando del paisaje y de la charla sin prisa alguna... y cuando te cansas, pues te paras.

  • Primera parada: Creuzburg

Unas praderas de amarillo intenso -¡espectacular!- nos daban la bienvenida y conseguían arrebatarme de un vistazo los últimos rescoldos de negatividad acumulada durante unas cuantas jornadas laborales.

Mi bicicleta emitía sonidos de alegría y de oxidación a partes iguales.

Había sido un acierto inmenso, aunque sólo fuera por un día, haberme unido a la familia del ciclo-turismo que por lo visto es muy amplia y dispar. Si les pica el gusanillo de la curiosidad, oteen esta página y se sorprenderán: www.enbici.eu



Yo iba alucinando...
Puente de entrada a Creuzburg, una aldea medieval de las más antiguas de
Turingia, recuerden, región donde se encuentra mi pueblecillo de residencia.

Castillo de Creuzburg. s XII: Aquí se casaron mis queridos Königen von Oben.

  • Segunda parada: Treffurt

Nos tomamos unos Haribo, versión teutona de lo frutos secos El Rincón de Zaragoza, y proseguimos nuestra ruta paralela al río Werra, dirección a Treffurt. Los paisajes iban cambiando como quien sube y baja un escenario en una obra de teatro, y nuestro ritmo de pedaleo también, eso sí, siempre con la mejor de nuestras sonrisas dedicando un 'hallo' al resto de ciclo-turistas.

Les puedo asegurar que en cuestión de tecnología ciclista los alemanes también van a la última. ¿Conocen esa teoría micro-económica que Angelika intenta implantar en toda Europa basada en la austeridad de los teutones, verdad? Pues no incluyan coches, viajes y bicicletas...

En Treffurt nos comimos unos deliciosos espárragos, con medallones de cerdo, dorada y salmón respectivamente, y una ligera salsa holandesa (es un plato muy típico de temporada) y nuestros paladares nos dieron las gracias. ¡Exquisitos!

Hale, a pedalear de nuevo... teníamos otros 50km de vuelta.

Rathaus o ayuntamiento de Treffurt
Buscando Madrid
Por un momento pensé que era como un escenario o mural pintado.

De vuelta a casa, la bicicleta regresó a su escondite, contenta por haberse reencontrado con su antiguo compañero de batallas, y este españolito continuó su vida como siempre, eso sí, con unas dosis más de energía positiva, imprescindible para aguantar el surrealismo diario en el que estoy inmerso.

Hasta la próxima


6 comentarios:

  1. Que ganas de pillar el bicing (bizing en Zaragoza, creo) y plantarme allá con el grupo, digo el bicing porque no poseo más bici que esa.

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  2. por aquí seguro que te encoontramos alguna bici... No problem!

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  3. El contrapunto del Oeste20 de mayo de 2013, 15:42

    Así que Yesus se fue a continuar con lo que venía haciendo, pero desde más arriba. Y jefe, ¡qué majete!, le pago la mudanza a la azotea.
    ¡Claro, qué menos, tras la diligencia con la que el pupilo había resuelto las tareas que le había asignado!
    Pues sí, se parece a la historia que me contaba Sor Dolores.

    Por cierto, para versiones a alusiones bíblicas, me gusta la canción a la Madalena de Sabina
    http://www.youtube.com/watch?v=DG2RuZ05EY4

    Si desvarío un poco yo también, mis perdones. Que, de manera terrenal, también acabo de resucitar, tras casi dos días k.o. (¿penitencia del sábado noche?)

    La excursión: ¡Ojalá más adelante pueda compartir alguna con los expertos, dueños de otro de mis blogs favoritos!
    Y espero la entrada en "Enbici" :)

    El desliz imaginativo no lo comento, jeje; a ver si entre unas cosas y otras me van a excomulgar.

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    1. muy buena la canción a Magdalena... y las magdalenas que me he tomado esta mañana.

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    2. Magdalena: fuentes más acreditatas que Sabina cuentan que el hijo del Dios no pudo emprender autopista y manta sin antes volver a verla de nuevo. Bonito, ¿o?

      Y yo me pregunto: ¿se reencontrarían, tiempo más tarde, en la azotea? Porque según esas mismas fuentes el hijo del Dios se fue a seguir "mediando por nosotros" para que al final todos los hombres de bien pudieran disfrutar de la Mega-Party (¿o de la tranquilidad infinita, que igual no lo entendí bien del todo?) en las alturas, Y digo, también yo, que no ser exactamente "hombre" o que que su oficio no fuese considerado "de bien" tiene que ser algo sin importancia cuando se trata de un corazón 5 estrellas, ¿no?

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  4. maravillosa entrada, hermanito. pero debería, scar la bicicleta más. Para mi es la mejor forma, de ponerte en forma( aunque tu ya lo estás). un beso

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