* La guía perfecta para no entender la vida de un expatriado, pero pueden intentarlo...

domingo, 29 de septiembre de 2013

Burbujitas

Pongan un jacuzzi en su vida y su cuerpo se lo agradecerá. Y como ya saben aquello de "mente sana in copore sano" pues, ¡hale!, un 2X1.

A esta interesante conclusión llegué el fin de semana pasado tras pasarlo inmerso, de principio a fin y de sol a luna, en una de esas mini-piscinas llenas de burbujitas. Ver lienzo "El jacuzzi".

La inmersión acuática estuvo acompañada, como no podía ser de otra manera, de todo tipo de burbujitas de Dioniso: 1) las famosas burbujitas independentistas catalanas; 2) las "que-no-se-caiga-ni-una-gota" lujosas burbujitas galas; 3) las "al-final-todo-sabe-bien" burbujitas teutonas.

Los responsables de tan efervescente fin de semana no podían ser otros que mis queridos Teufelcillo y don Pedro, que pusieron las mejores burbujitas de todas: el jacuzzi.


"El jacuzzi". Cuatro pinceladas que pude hacer antes de comenzar la fiesta 
Como hacía tiempo que no veía a la peculiar y alegre pareja previamente mencionada, decidimos conjuntamente, y por unanimidad, organizar una cena "Spain, twelve points" pero en versión europea y ya de paso celebrar las últimas buenas nuevas acontecidas en mi 'Leben'. Situémonos:

El Astro Rey, en plan generoso, radiando a todo radiar sobre un pueblecito cercano a Frankfurt y las avispas, felices de la vida y alborotadas, de flor en flor y de boca en boca; tal cual...

Y es que, con toda la alegría del reencuentro, en mitad de una de esas típicas conversaciones españolitas en las que el solape de palabras y opiniones no dan un respiro a los contertulios, va una avispa y decidió meterse en la boca de una de las invitadas, con el consiguiente escupitajo de avispa, extracción de aguijón del paladar y susto pertinente; eso sí, todo de manera muy elegante... Venga, todos a la farmacia a comprar sustancias dopantes varias, incompatibles todas ellas con las burbujitas de Dioniso. Comenzaba bien el fin de semana...

Ya saben ustedes que Murphy es un capullín y no se pierde una.

Al poco rato, los analgésicos surgieron efecto, la víctima de la avispa se recuperó y, haciendo caso omiso de los prospectos -absténganse de hacer estos experimentos en sus casas-, todos pudimos continuar con las burbujitas y con las patadas atropelladas a Goethe, a Cervantes y a Dan Brown, digo... a Shakespeare.

Una de tantas...
El día fue avanzando, el sol dejó paso a la luna -preciosa ésta, aunque por supuesto nada que ver con la luna llena de Valencia (por si alguien tenía alguna duda)- y la fiesta continuó. Eso sí, el movimiento celeste no modificó ni un ápice el escenario en la tierra  -por lo menos en la latitud y longitud del jacuzzi protagonista- y es que ahí seguíamos todos a remojo, cuales uvas pasas, consumiendo el líquido dióxido carbonado.

Gracias Dioniso por permitir que alguien intentara, allá por el s. XVII, terminar la fermentación del vino en una botella cerrada y ésta -según mi imaginación- le explotara en toda la cara. Lo que inicialmente se conoció como el "vino del diablo" o "salta tapones", se convertiría con el tiempo y gracias a la evolución de la técnica de la fermentación (primero en cuba y segundo en botella) en nuestras queridas burbujitas de hoy en día.

Claude Moët, todo un visionario, triunfó con las burbujitas allá por el s. XVIII

En fin, que fue una velada de ensueño. Nos faltó un ápice para volver a ser testigos del relevo de luna a sol... pero no, en un cierto momento de la noche, nos pusimos los albornoces etiquetados y nos fuimos todos a dormir; cada uno en su cama y Dioniso en la de todos.

Y hablando de sueños, les diré que existe una relación de proporcionalidad directa entra las horas de jacuzzi y la profundidad del sueño. Pura matemática. La relación de pareja que tuvieran Dioniso y Morfeo la desconozco, pero seguiremos investigando.

Ya ven, que vivan las burbujitas y oigan...

¡SIEMPRE ASÍ!


domingo, 15 de septiembre de 2013

10000 leguas de viaje submarino

Bueno, realmente fueron 20000 leguas las que se recorrió el capitán Nemo en el submarino Nautilus, según la imaginación de Julio Verne. Pero como yo soy así, le diré que desde hoy llevamos recorridas 10000 leguas de viaje submarino. Por si alguien tenía alguna duda, submarino a partir de hoy significa surrealista en la jerga de nuestro blog.

¡Diez mil gracias! Eso es lo que he sentido esta mañana al despertar y darme cuenta que mi querido, indiscreto, surrealista, y difícil-de-explicar blog, había superado las 10000 visitas. ¡Alucinante!

Quién me lo iba a decir a mi, cuando el año pasado decidí arrancar esta aventura submarina, áerea y terrestre, justo el día después de mi cumpleaños. Les juro que cuando aquel buen día de nieves abrí este blog sólo tuve una motivación inicial, que no fue otra que la de dejar escrita mi vida surrealista y divertida -a veces fácil, otras menos- que la expatriación en este pueblecillo de Alemania... del Este me estaba ofreciendo. Me dije a mi 'selbst': "Algún día seguro que me reiré recordando todos estos momentos..."

Ni en mis planteamientos ni motivaciones más remotas, entraba el hacer de este blog un lugar con muchos seguidores y lectores, pero les reconozco que me ha alegrado, y mucho, ver esta mañana ese número mágico de 10000. ¿Pero saben qué es lo que más ilusión me hace de todo? cuando me llega algún comentario alusivo a las risas producidas por la lectura del blog. Impagable.

Esta semana, realmente, no ha sucedido nada digno de blog, pero oigan, que no está mal de vez en cuando un poco de tranquilidad, rutina profesional y deportiva. Unos se van, otros vuelven y este españolito, hombre de mundo, se quedará cuidando del pueblo una temporada más...

En fin, ya ven, Julio Verne se imaginó un viaje en submarino de 20000 leguas. Lola augura una vuelta al mundo algo más larga que 20000 leguas, pero si las risas durante el viaje en submarino son como las de estos dos primeros años, pues ¡qué vivan los submarinos!.

La vuelta al mundo en más de 20000 leguas...

Para aquellos de mis queridos lectores surrealistas o submarinistas que lo desconozcan (yo me incluyo entre ellos hasta haber utilizado la wikipedia) una legua= 5,6 km. Y por cierto, ¿saben que el submarino lo inventó un español, que no españolito, llamado Isaac Peral? Pues si no lo sabían, ya lo saben. Ya que miro la wikipedia, aprovecho y fardo...

Después de semejante derroche cultural, les dejo esta semana, como ya va siendo tradición, con una canción que me sube el buen rollo sobremanera cada vez que la escucho. Ya me ven corriendo por el pueblucho, con el mega smartphone blanco con restos de chocolate, y los cascos puestos, trotando-bailando al ritmo de esta canción. De hecho, en este mismo momento me voy a trotar-bailar (bueno realmente ya he vuelto).

Lo dicho, 10000 gracias y...

¡Feliz semana submarina!


miércoles, 11 de septiembre de 2013

¡Magic everywhere!

Una vez superadas las emociones de las últimas semanas, decidí evadirme de mi realidad, poner rumbo a París, y darme un baño de fantasía.

Y es que, casualmente, el pasado fin de semana -de vez en cuando a Murphy le da por realizar alguna buena acción- el núcleo duro de mi entorno familiar, potrillos salvajes incluidos, se encontraban de vacaciones en Eurodisney. Así que para allá que me fui a celebrar con ellos mis últimas buenas nuevas...

Que una persona haya conseguido crear, con lápiz y papel, un mundo lleno de magia e ilusión, que haga que millones de niños de todo el mundo, y no tan niños, entren en un estado de éxtasis alucinatorio total y absoluto es, desde luego, digno de elogio. Mis queridos potrillos salvajes -oficialmente sobrinas- son dos más de esos millones de infantes alucinados que idolatran, sin filtro alguno, a todos esos personajes irreales de Disney.

"Potrillo salvaje 1": Una mezcla entre Koala, reina de Saba y pez ventosa, es más del club de las princesas, así que en su cuchi-panda encontraremos, ¡sopresa!, a Blancanieves, Cenicienta, Rapunzel, Bella y Mini. Pero principalmente, y nadie sabe muy bien porqué, idolatra, y mucho, a Goofy, con cuya versión de peluche comparte cama todas las noches desde hace ya casi 7 años; vamos, toda su vida.

Unas mechas californianas no le quedarían mal a Rapun...
Muy mona ella... (creo que es un hada)

"Potrillo salvaje 2": Mezcla de madridista, nadadora y ciclista, es más del club de acción, así que entre sus amiguetes más destacados se encuentran Buzz Lightyear, Rayo McQueen, Spiderman -éste creo que es de otra productora- y, como se podrán imaginar, pasa olímpicamente (enhorabuena a Tokio 2020) de todas las princesas...

¡Hasta el infinito y mucho más! o algo así...
El espéctaculo de Cars espectacular, valga la redudancia.

Y sí, aunque parezca mentira, "potrillo salvaje 1" y "potrillo salvaje 2" nacieron con un minuto de diferencia.

En fin, pasemos a la acción:

Arrancamos el día a las 6:30 de la mañana (ni cuando voy a trabajar) para llegar los primeros al parque; ya saben que al que madruga Dioniso le ayuda. Pero no ibamos a ser los primeros. Unas encantadoras japonesas vestidas de japonesas tradicionales y andando, muy graciosas ellas, como buenamente podían con unas mini sandalias de madera, se nos habían adelantado. La foto confraternizadora en la puerta del parque fue inevitable, y esa noche Tokio saldría elegida como ciudad olímpica para el año 'twenty twenty'. ¿Premonición? ¿Lola? ¿Murphy? No sé, son tantas cosas extrañas las que me suceden...

Total, que nos tomamos un 'relaxing cup of café con leche' y nos lanzamos a no sé qué galaxia a ayudar a Buzz Lightyear a matar a unos muñequitos con tres ojos. Mi nave, pilotada por "potrillo salvaje 1", daba vueltas como un pirulo -parecía que nos estuviera engullendo un agujero negro- así que se podrán imaginar ustedes, que disparábamos a todos los sitios, menos a donde teníamos que disparar.

El resultado final un desastre, pero la risa contagiosa de "potrillo salvaje 1", orgullosa de su premeditado y descontrolado pilotaje galáctico, suplió el hecho de quedar últimos en el ranking. Que a Buzz Lightyear le hiciera tanta gracia como a nosotros, pues no lo sé...

A continuación pasamos a un carrusel donde unos elefantes -me imagino que descendientes de Dumbo- daban vueltas en círculo, mientras subían y bajaban sin prisa alguna. En cada carrito un adulto acompañaba a un menor. Los menores controlaban el mando de subida y bajada de los paquidermos, mientras los adultos presumíamos de Smartphones y hacíamos fotos a destajo. El día prometía emociones... y de las fuertes.

Tras varios carruseles de desmelene total y absoluto, por fin llegamos a una montaña rusa de las de verdad. Junto con la hermana de la persona que conquistó el corazón de mi sister -creo que conmigo ostenta el título de concuñada- nos adentramos a toda velocidad, y esta vez sin potrillos salvajes, en una montaña rusa cerrada y con muchos loopings 360º. De verdad, salimos los dos cual pareja de borrachos, agarrados del brazo y dando tumbos. Yo aún tuve tiempo de avistar a lo lejos un cartel en movimiento que rezaba: Space Mountain. Me dije a mi mismo, ¡nunca más!

Pero nunca digas nunca más. Sin haber hecho la digestión del Space Mountain, nos metieron a concuñada y españolito en un simulador de Star Wars, donde vimos a Bigfoot Chewbacca... Ahí sí ya, los concuñados entramos en un estado irreversible de mareo, de esos de palidez, sonrisa tonta y disimulo, entre gritos de los potrillos:

- ¡Qué chulo! ¿os gusta? ¿os gusta?-

- Nos encanta, ¡pero Chewbacca, para esto ya de una vez...! -

Y así fuimos avanzando el día, entre risas, mareos y lucimiento del móvil, hasta que, de repente, se lió la marimorena.

De un trenecito chucuchú empezaron a bajarse todos los personajes clásicos de Disney. Se podrán imaginar ustedes, queridos lectores surrealistas, que todo el mundo se puso a correr sin rumbo fijo; en plan comienzan las rebajas...  Nosotros salimos disparados a la búsqueda y captura de Goofy. Mi querido "potrillo salvaje 1", claro está, entró en un estado de nerviosismo "que me meo toa", y cuando lo encontramos, multitud de personas se agolpaban ya a su alrededor buscando la foto y el abrazo con el famoso canino.

Tantas noches compartidas, tantas conversaciones, esos momentos "no metas a Goofy en la lavadora que se marea", tantas alegrías y penas... Había llegado el momento de conocer a su compañero de fatigas, a su idolatrado Goofy.

Pero cuál fue su/mi/nuestra sorpresa cuando por fin consiguieron hacerse un hueco y aproximarse al perrito, que va éste y las empujó, tal cual, dando prioridad a otros infantes.

Las caras de mis queridos potrillos era un poema. El mito se había desvanecido de golpe y porrazo.

¡Chucho de mierda!

Lloros y desilusiones fluyeron durante los siguientes minutos por el inesperado y desafortunado momento, pero todo iba a concluir felizmente, sin foto, pero felizmente, con la frase favorita de "potrillo salvaje 1": 

- No pasa nada... no era Goofy, sólo era un hombre disfrazado como él. - 

Si se pudiera comer a una persona a besos, lo habría hecho en ese mismo instante.


Ahí ven al dichoso perrito, perdón, al hombre disfrazado de Goofy

En fin, que fue un día mágico del alba al ocaso. Un mundo de fantasía, de música, de ilusión y sobre todo de sonrisas.

Del alba...
... al ocaso.

Les dejo con la canción que ha quedado adherida a mi memoria, y eso que soy íntimo de Dory, ¿tú quién eres?. Como diría un amigo de mi querido país de procedencia:

Imagine (léase en inglés) y nunca dejen de soñar.

Ya saben, ¡magic everywhere!




jueves, 5 de septiembre de 2013

Tarta de tres chocolates (sin azúcar)

Hoy ha sido un día con las emociones a flor de piel.

Si les soy sincero, y ya saben ustedes que la sinceridad, junto con la exageración irónica, conforman la línea editorial característica de este surrealista blog, hoy he llegado al trabajo con los ojos aguachinados; más agua, que chinados...

No les negaré -sería poco coherente hacerlo cuando les he abierto una ventana a mi vida a través de este blog- que la vida surrealista en este pueblecillo de Alemania...del Este es divertida en grado superlativo, pero sí les confesaré, que lo vivido estas últimas semanas será difícil de olvidar.

A partir de la próxima semana mi vida toma un nuevo rumbo, un rumbo que, por lo menos en mi mente, siempre había estado presente. Los sueños si se trabajan se hacen realidad. Y no quiero filosofar gratuitamente, pero es que en mi caso, así ha sido.

No sé cómo contarles, pero créanme que soy feliz. Les adelanto que la duración de este blog se prolonga indefinidamente, ya que este españolito seguirá perdido una temporada más en este pueblecillo de Alemania del Este, y después, Dioniso dirá... En este momento me invade la sensación de haber cogido -tomado para mis queridos mexicanos- un tren de alta velocidad sin rumbo fijo... La estación de destino es una incógnita, pero si les soy sincero -y que viva la sinceridad- prefiero no pensarlo.

Si algo he aprendido durante estos dos años de expatriación en este pueblecillo de Alemania...del Este es a vivir todo al máximo: una sonrisa, una canción, un mojito, una frase que entiendes, otra que no, un café, un rayo de sol, unos largos en la piscina, un hallo wie geht's?, una salchicha, una bicicleta, otra canción, una copa de vino, un Kuchen, el bosque, los vecinos, la sauna, un baile, una carcajada, el compañero gruñón, el divertido, el entrañable, un whatsap, dos whatsap, tres whatsap, a la mierda el whatasp porque no me deja dormir etc...

No hay dinero en el mundo para pagar todos y cada uno de estos momentos; bueno, desconozco si con el desfalco real de nuestros políticos españoles podríamos pagar un adelanto... (perdón por romper el buen rollo).

Total, que sí, que las emociones han estado durante estas últimas semanas a flor de piel, y les puedo asegurar que mi cuerpo Serrano no suele reaccionar así por un simple éxito personal, deportivo o profesional. Tiene que haber algo más para que se produzca este afloramiento emocional cutáneo junto con el previamente mencionado aguachinamiento ocular...

En este caso, el recuerdo de la gente que siempre ha confiado en este españolito perdido, junto con uno de los simples éxitos anteriores, ha tenido indudablemente un peso específico en semejante reacción química.

Y para rematar la jugada, también hoy, una españolita residente, miembro indispensable del núcleo duro de expatriación, abandona el juego y regresa a nuestra querida Spain, twelve-points.

Entre sus especialidades, mención especial para sus exquisitas y recién sacadas del horno -de dónde si no- palmeritas de chocolate; las espectaculares cookies de mantequilla con tropezones gigantes de chocolate; la tarta de Santiago con el escudo milimétrico y, cómo no, su famosa en el mundo entero, o por lo menos en este pueblecillo teutón, tarta de tres chocolates:

Sensatez, cordura, y sonrisa. 


Si la observan bien, verán que realmente sí hay tres capas de chocolate: negro, con leche y blanco

Pero como dicen por aquí, 'so ist das Leben', vamos, que así es la vida y que el juego continúa. Unos se van, otros vienen -no olviden el parto de la abuela-, y este españolito se queda.

Así que el culebrón de este blog continúa y viene cargadito de risas y nuevas incorporaciones, sin olvidarnos, claro está, de los actores y actrices fijos, que desde el principio han contribuido gratuitamente al surrealismo general de esta telenovela.

En fin, que les dejo con una preciosa canción, super meláncolica, pero preciosa, porque así me lo pide la vegetación floral que tengo en este momento en la piel.

Las emociones