* La guía perfecta para no entender la vida de un expatriado, pero pueden intentarlo...

sábado, 29 de agosto de 2015

Temporada otoño/invierno 2015-2016

La temporada otoño/invierno 2015-2016 viene cargada de color. Cuanto más vivo y llamativo sea el pigmento, pues mejor... Es la mejor manera de resaltar el moreno de piel que seguro que todos ustedes, mis queridos y temporalmente abandonados lectores surrealistas, han acumulado este verano.

En mi caso, así es. Me presenté la semana pasada en el aeropuerto de Frankfurt con un polo rosa chillón y un tono de piel chocolate sin churros que vamos, vamos... Y eso que todos los días vacacionales he tenido cincuenta aguerridos factores protegiendo mi piel. El conjunto lo remataba perfectamente ocultando mis daltónicos ojos verdes detrás de unas gafas de sol espejito espejito mágico: ¿quién es el pasajero más discreto de este avión? -Tú seguro que no.

Ya ven, esta temporada no se van a llevar los tonos neutros, así que a renovar el vestuario se ha dicho. Las voces de todos los expertos de pacotilla coinciden en destacar un color: el amarillo.

¡Mira qué coincidencia! Pues resulta que este verano, mientras disfrutaba de un precioso atardecer bici-corriendo con mi querido "brother" por el parque grande de la ciudad que nos vio nacer, de repente me encontré este mensaje pintado en el suelo: amarillea todo.

No puedo estar más de acuerdo
Lo de este verano, de verdad,  ha sido toda una inyección de energía amarilla. No sé dónde leí el otro día un cartel que me gustó mucho:

Yo no necesito terapia, necesito España.

Sus gentes, su clima, su mar, sus piscinas, su comida, sus calles, sus embarazos, sus risas, su alta costura, sus pulpos, sus melocotones, sus sandías, su clima... "Tili, tilin, tilin, tilin. Sin haber llegado a la cima, has repetido clima". 

La verdad es que cada detalle de lo vivido este verano ha sido una oda a la alegría (escucha hermano). Y aunque es cierto que últimamente he estado un poco desaparecido del blog, les diré que el otro día aterricé en Alemania con mi polo rosa, sí, y con mis tres inseparables compañeros de viaje:

- Dora, mi saturada neurona, que ha ganado unos cuantos kilos y que, tras un período de empacho reflexivo, parece haber recuperado espacio en su disco duro.

- Murphy, el amigo cabrón, que sigue como siempre haciendo de las suyas. Entre otras muchas, este verano le dio por poner una lavadora de color con lejía y, claro, mi polo favorito (amarillo) salió en coma. No fui consciente de ello hasta que el otro día mi querida Teufelcillo me dijo: -pero este polo, ¡¡era mucho más amarillo!!

- Lola, mi bola de cristal particular, que ha recuperado todo su esplendor. Le he pasado un paño y parece que vuelve a mostrar predicciones relucientes y personalizadas. Llamen al 888 54... o dejen sus preguntas en la sección de comentarios.

Ya ven, la temporada de otoño/invierno 2015-2016 viene cargada de color y de cuellos en pico; esto último me lo dijo Federico. Dora, que está inquieta y se ha vuelto poeta.

No, en serio, que me alegro mucho de estar de vuelta y que espero que todos ustedes, mis queridos y dispersos por el mundo entero lectores surrealistas, también se alegren. Al fin y al cabo todos estamos...

Bajo el mismo sol

El arroz de la izquierda no es de habichuelas, es de setas y gambas.